Siempre estás ahí, musa de mi cuerpo
Y sales a pasear por el universo del cielo,
Te escapas y vuelves a tu fiel campo,
Donde siempre te dedico verso, tras verso...
Quiero salir a pasear por tierras de otro imperio,
Necesito encontrar el almíbar de tus dulces besos
Amar y ser amado, aunque a mis 60 años sea viejo,
Viajero de tierras lejanas, que dibujan su embeleso...
Quisiera ser gaviota y volar por las orillas del mar,
Muy cerca del puerto de Mazarrón, oleajes de ensueño
Donde la bruma es entre las olas, un tesoro a estudiar
Entre miles de sueños, por los que vuelo y paseo risueño...
Yo que por todas mis partículas vivo el dolor de mi duelo,
Ahora quiero subir y bajar de mi cielo y sentirme vivo,
Como el águila en su dinámico y precioso vuelo,
Así me siento ahora, recordando en invierno, mi veraneo...
En dónde las musas se ponen morenas Posadas en la arena,
Que calienta el sol, con sus rayos de luz y nos es placentero
Entre mil baños en aguas saladas en las orillas con mi sirena,
De ojos verdes que brillan, entre la estela, del fugaz Lucero...
Misterios esconde la noche, en el mar y mis noches de ensueño,
Mirando a la luna y a sus guardianas estrellas y luceros
La noche es un regalo, entre las musas y su dulce misterio,
Amores y pasiones que despiertan entre la luz, de mis sueños...
¿Estoy vivo, o Muerto? Ya no sé dónde me perdí, en mi sendero
Caminos de guerra y paz, que luchan dentro de mi cuerpo,
Yo que veo musas aunque este muriendo de dolor verdadero,
Quizás mi vida sea luna, sol, estrella, dolor, o un fugaz Lucero.
Modesto Ruiz Martínez/viernes, 09 de diciembre de 2013