Acostándote y levantándote
fijándote a la membrana del día
o a la pregunta de la noche
te ves miedo solitario
te ves parejo a la debilidad
de tus hojas escritas
tan enormes
tan diminutas
de ahora a luego
Alma-Mente Mente-Alma
compendio del ser
aunador de pertrechos
para la lucha de la confusión
¡Ahí tienes tu debilidad!
Es el precio por dudarte
Estás en el alero del vacío
por el que te despeñarás
en una larga caída
¿Qué creías, eh?
Callas
Tú que te crees a salvo en el papel
en tu agujero del miedo
de esta realidad que te ofusca
de lo que apodas “mundo interior”
Sin duda
como dijo el poeta
eres no más que un fingidor
un reducto de vaguedades
que intentas concatenar
con hilo de tinta
¡Bah, cínico!
Pero...........
¿Ahora lloras?
¿Llegas a llorar? ¿Cierto?
¡Pues llora si quieres!
¡Llora, maldita sea tu estampa!
Llora la desventura
del hombre solitario
circundado de ideales
de cambios en proyecto
de caricias nulas
de cimientos que sujetarán
tus casas de papel
hasta que puedan digerirte
reducirte a bilis
enloquecerte
con lo que sientes
con lo que piensas
con lo que ves
con lo que haces
¿Y es que haces algo?
¡Llora, necio!
¡Llora tu cárcel!
Llora hasta que engañes de nuevo
a tus amados huecos
que con estupidez ornamentas
para carnaza hedionda
que presumes regalar
¡Purga tu verdad!
Púrgala si quieres
hasta que tus lágrimas hagan surcos
y te confieran otro rostro
con el que puedas mirar
todas las desdichas
que creíste a salvo