Me alumbró los ojos la luz del rayo,
me cegó unos segundos el bendito,
después a mis oídos llegó el grito
que descripción humana no les hallo.
Un nuevo verso que para ti ensayo,
escribo la línea y sin más medito,,
en esas cuatro letras del escrito
que al final aparecen, y me callo.
Fue algo tan sublime y aterrador,
que me quedé la noche meditando,
y sin poder hallar nada mejor.
Lo traducido aquí, el verso en tu honor,
al final, lo demás sale sobrando:
El verso más glorioso, eres tú amor.