Cómo olvidar, que sentí deslizar tus manos por mi torso
desnudo y estabas en una actitud viril, ardiente
y esa noche... y esa noche hubo entrega
y fue pasión, fue ternura, fue brasa candente.
Cómo olvidar, que recorriste mis orillas,
despertando los silencios, qué en mi útero dormían
y, te atreviste, a plantar girasoles,
en mi vientre adormecido.
Felina.