El Mar es mudo porque a través de las hebras de un pincel longa un Sol sin copias
Y en las octavas de su instrumento agacho la mirada hacia el flujo de la luz sobre las olas
Porque suele responder nuestro silencio más absurdo
Sobre las llamas escondidas el Sol se vuelve el más rojizo de los confesionarios
Y no puedo negar que mis canciones son trenzadas en su enjambre
Pero pálido y sombrío las palabras de un libro no saben que allí sólo hay fuego
En los versos de antaño el Mar se agita de gloria y muerte
Navegado por hombres que hablan casualmente
Pero no de él
No hay rumor en el aire que le pueda divulgar
Ni ola milenaria
El Mar es mudo bajo la suela del atardecer
Y un barco está sediento
Pero no de poesía
Por eso escribo irremediablemente
Porque no puedo sangrar con el corazón sembrado dentro de una copa oceánica
Y ecuánime