Quiero vida en abundancia
Para poder disfrutar
Del privilegio de amar
Humilde, sin arrogancia,
A la dama que fragancia
Mirifica de azahar,
De mirto y de malabar
Llevó a mi rural estancia
Para que mi vida fuera
De perfume engalanada
Y colmada de optimismo
Para abatir como fiera
La tristeza amortajada
Con gasas de pesimismo.