La rosa, que no entiende su destino
Empieza a marchitarse en sus colores,
Y va brindando a algunos sus amores
Forjando entre su vida, mal camino
Se deja seducir, con frase y vino
Haciendo de su mundo, un mar de errores,
Mas piensa, no hay problema ni dolores,
Creyendo no haber daño en lo mezquino
El verbo amar, se vuelve peregrino
Y elige decisión inapropiada
En un rincón oscuro y clandestino
La mente que está un poco anestesiada
Destroza a la moral, en torbellino,
Como si dar el cuerpo, fuera nada...