Nunca quise encontrarte, Ni traerte a mi boca…
Nunca quise quererte, ni esperarte, ni extrañarte, ni enloquecerme.
Ahora, ahogada en la mar de tus ojos ausentes, perdida en los bosques de tus cabellos rebeldes, duermo y sueño, y pierdo mi sosiego.
Ahora desaparecida en tu aliento vuelo distraída como una pluma en el viento, como un barco a la deriva, como una veleta sin dirección ni sujeto.
Nunca quise encontrarte, menos en este momento.
Pero sé que te busqué, ¡que te encontré! Y te quiero…