De mano llegamos de haber ido donde sea,
éste instante ha consumido todo nuestro aliento.
Se abre otro mundo, la puerta del departamento,
te abrazo como si fuera el fin de una odisea.
Es grande mi alegría ni tú tienes idea,
ya traspusimos el umbral sin más argumento,
límite en mundo diferente contigo enfrento.
Uniendo amor sublime tenue luz parpadea,
en la penumbra tibia, envolvente sólo la piel
percibe qué pasa. Se deslizan suavemente
labios y manos en sintonías y en conciertos.
Unido, estamos rindiendo culto al cariño fiel,
es de una diosa tu muy sonrosado semblante,
cuando sintió mi agua mansa todos tus desiertos.
El señor de los fierros
(Copyright © 2013 - Todos los derechos reservados.)
Se enciende hoguera en nuestro mundo diferente y amándonos parece pasar muy rápidamente…