Desde el jardín de la muerte
traje para ti esta flor,
siendo la prueba más fuerte
de la realidad de mi amor.
Huele extinto el aroma
perecedero como tus ansias,
la soledad las desploma
entre mustias fantasías.
Por eso he venido a buscarte
para no verte tan sola,
y aquí estoy para brindarte
de la eternidad: corolas.
Flores del silencio de grises matices
-las del color de los muertos-,
se prenderan cuando te deslices
dentro del sarcógafo desierto.
Julio Medina
14 de septiembre del 2013