Coty

Credenciales

 

En términos generales me presento…

No soy ni tan buena, ni tan mala.

Voy cargando en mi maleta,

una pila de resabios y defectos....

Sin embargo, y por fortuna,

no todo es pataleta,

también tengo  mis cosas tiernas,  

actitudes adorables y mis afectos.

 

Mis buenos ratos, abundan, y  los que me quieren,

me soportan con dulzura y me entienden.

Si la nube gris ronda sobre mi cabeza,

mis cercanos, sin tapujos,  entre risas y perplejos

aseguran, “Te ves más bonita hoy…de lejos!”

En algunas ocasiones,

 la luna con cierta angustia,

me da palmaditas en la espalda

 y coscorrones, por la cara mustia.

 

Pero son más mis días buenos...

y no se aterre que también puedo

vivir con alegría y entusiasmo,

siendo amable y sin miedo.

Procuro no ser tan odiosa

y cuando por alguna razón,

no todo es color de rosa

y la vida pasa sus cuentas,

rescato lo bueno de las cosas.

 

Y en el corre, va, viene y vuela

de todos los días

tengo por norma y consigna

seguir los consejos

de los ancianos de la familia,

viejecitos sabios que desde su ocaso

me recuerdan…”Sé  fiel a tus principios”.

Y los tengo, bien fundados

sustentados por ejemplos

y aprendidos por si acaso.

 

Cuando el fin de mis días llegue

y entregue mis credenciales

el Señor de todos los cielos

ya estará bien informado.

Él es mi pañuelo en las cuitas,

y mis alegrías, en primicia,

 las conoce por fortuitas;

sostén eterno en el andar de mis días

testigo y confidente en todas mis caídas.

 

Y así voy por la vida alimentada con fe

y una cuota de optimismo,

resolviendo poco a poco

lo que se viene tejiendo

en proyectos medio locos

y apartándome de abismos.

 

Y cuando  las avalanchas se vienen

sin anuncios ni ventajas

pues esta vida es aventura

con sus filos cual navajas,

tropiezo… caigo… me levanto,

miro al sol de frente,

exhalo un suspiro largo,

me acomodo de nuevo...

y sigo caminando...