¿Qué debo hacer, amor mío?
Ni mi asombrosa constancia
puede vencer la distancia
de mi río y de tu río.
Sin embargo, yo confío
Con firme perseverancia
Y un poco de exuberancia
Que mi alocado navío
Logre llegar a tu orilla
Para hundirme en tu regazo
Y sentir tu protección.
¡Oh, mujer, dulce y sencilla
Que por ti la vida abrazo
Consentido de pasión!