Federico Rivero Scarani

Desvaríos.

He cruzado noches cubiertas de iniquidades

He caminado por calles de violentas protestas

he soñado con pesadillas pegajosas embrionarias

Me extasié con licores venenosos selenitas

Encadenado a la soledad bebí largos tragos con ella

Hallé un ángel en el vientre de una mujer

Y supe que fue un regalo divino

Aplasté cucarachas contra la pared y escuché

El lamentos de seres que perdieron el juicio

Me mojaron las tormentas de invierno y estío

Reflexioné sobre la restinga envuelto en espuma y yodo

Besé cien veces y más el crepúsculo vespertino

Lo pinté buscando los colores adecuados a mis emociones

Obligué al llanto y al dolor tajeando con palabras

Corazones almas labios que me dearon

Fui capitán y náufrago de mi destino

Invoqué deidades imposibles y planté flores sencillas

Nunca el Cielo se encarnizó conmigo

Sin embargo yo lo hice con él, blasfemias, muertes

Cotidianas astillando mi cabeza con vidrios oscuros

 He cenado con la locura sentada en mis piernas

Y la injurié y la halagué hata el hastío

Me mordió durante las noches carnívoras

Pero disfruté de sus malvados encantos hasta que

No pude más … casi no puedo más

He charlado con la Muerte metafísicamente

Y me entendía porque sí simplemente

Fumé cigarrillos de gas sarín entre escombros

Y tatué mis brazos con afiches de desaparecidos

He perdido una joya que el mismo firmamento

Desearía poseer para adornar sus estrellas

Igual encontré en el fondo del túnel

De este tren que me lleva por estaciones extrañas

Tu belleza que me esperó con las manos tendidas

Con los ojos de cielo perdido

Y con una voz que obliga a los arcontes a escuchar

He andado por latitudes sureñas

Siendo un engranaje bien aceitado quizás

Pero en el oasis de la vida no te hallé, princesa.