Las horas se convierten en días,
los días en semanas,
y yo sigo aquí sin sentir nada.
Escucho pero no oigo,
miro pero no veo,
hablo pero no digo.
El amanecer se hace noche,
las palabras se hacen mudas,
los recuerdos desaparecen sin nungún reproche.
Este letargo me inspira
como jamás imaginé,
me siento muerta pero estoy viva...