Uno a uno como soldados bravos,
que marchan a la guerra decididos
se escuchan en tu pecho los latidos,
que me convierten al paso en tu esclavo.
Corazón que a mï alma debilitas,
corazón me vuelvo nada a tu lado,
el mío nunca había palpitado
así, es que tan cerca suyo palpitas.
Corazón, ¿Qué encantamiento me has hecho?
Mira mi contento que es constante,
y cada día pisa cual gigante,
de manera que no cabe en mi pecho.
Corazón que a mi corazón doblegas,
¿Qué voy hacer si un día ya no llegas?