No sé cuando me alejé de ti.
Es más, ni siquiera sé si algún día estuve cerca.
Lo que sí sé, es que un día comencé a añorarte
y tu ausencia se hizo infinita
abriendo a bocajarro una brecha de vacío
tan inmensa como insoportable.
Lo que sí sé, es que un día comencé a llorar
y desde entonces no puedo contener mis lágrimas.
No sé cuando me alejé de ti.
Lo que sí sé, es que un día me di cuenta
y aquel día me ahogué en tu ausencia.
Kaebar,