Acéptalo poeta
tus letras no son más que deseos,
tristezas, anhelos;
tú no predicas nada,
tú sólo te quejas
o pides o rezas
lo mismo que otros
pero en verso.
¿Qué te hace diferente, poeta?
Atrás de tu pluma está otro igual al tendero,
al albañil, al obrero, al pinche presidente,
al mendigo, al oficinista, al ama de casa,
al que se acaba de suicidar en este momento.
Tú transformas frustraciones en poemas,
ellos sabrán sus propios métodos:
veladoras, altares, botellas navegantes,
buzones de quejas, declaraciones de guerra
y los, tan de moda, twitter y facebook.
Tal vez te sientes con talento
por que no todos saben acomodar las palabras
para armar versos,
pero ¡vamos poeta!
tú no sabes levantar casas,
no sabes preparar un buen estofado,
no sabes pedir limosna,
y, seguramente, tampoco sabrías,
o peor aún, tampoco querrías, erradicar la pobreza
si fueras el gobernante en turno de la nación.
Si supieras algo de eso serías más útil, poeta,
mejor búscate otro pasatiempo.
JCEM