Qué te diré de mi oscura existencia
excomulgado del Cielo y de los hombres
como un insecto dañino voy volando
por los días de un eterno calendario
Siento a veces la presencia de entidades malvadas
que me susurran al oído venenosas palabras
puede que sean invenciones mías, alucinaciones
de tanto estar solo con mi sombra ya cansada
Qué te diré de mi origen: quizás sea un sueño
de algún ángel protervo que se extasía alegremente
con hacerme sufrir, con condenarme al esplín
¡Pido, por favor, al Cielo!, que me arranque
de esta desventura que voy llevando como una cruz
pesada y santa como la de Aquel que también sufrió.