Pasa de prisa
con el cabello recogido
y una seriedad disimulada,
pues lleva en el rostro
una sonrisa de labios tintos,
vestida de algunos
muy inquietos cariños.
No hay remedio.
Cada día se la ve pasar
y es imposible dejarla de mirar,
majestuosa e implacable
se lleva a todos los ojos
que sucumben en su caminar,
es ventura natural.