alicia perez hernandez

Un brindis en el cielo

Un brindis en el cielo

Hoy levanto la copa de la eternidad

hoy prendo mil velitas de amor

hoy brindo contigo en tu cielo azul

hoy que es tu cumpleaños, no lo he olvidado.

Sé, que te cantó un coro de ángeles

las mañanitas y te festejaron,

como el poeta español más grande,

el, que le escribió a la alhambra

el que camino en las calles de Granada

y tomo su caña de cerveza en “Las titas”

a un lado del rio Genil…

(Sé que leíste mis poemas

Sé, que me dedicaste uno para navidad)

Anoche la leí en los ojos de la luna

Y me emocione tanto…

que me olvidé de felicitarte

¡Aquí estoy!

Levanto la copa por los años vividos juntos

por el amor que nos dimos

por la dicha de tenerte

por la felicidad que me diste

y por el ser maravilloso que fuiste.

pero hoy ya no estás

y estoy feliz por ti

porque ya no lloras soledades

ya no vives inviernos

ya no caminas solo

ya no te sientas a la mesa solo

ahora estas en la paz de Dios

-Dios es azul dijiste muchas veces

Y un día nos juntaremos en ese cielo azul-

Fueron cinco años…

Y los volvería a vivir contigo

entre rabietas y reconciliaciones

porque los dos nos cabreábamos

como decías tú…

Un brindis por tu cumpleaños

y mil abrazos te envié

Y mil besos te mandé entre nubes de algodón.

Amor de mis amores

Ya nadie me dice dulce ali

Ya no soy la amada azteca,

pero tú sigues siendo

mi amor de siempre mí siempre amor

besos al cielo…

¡FELIZ CUMPLEANOS AMOR!

 

Alicia Pérez Hernández

-No es la pluma la que escribe es el alma-

En la noche de la hoguera

(a las nueve de la noche
se encendió la hoguera
12-12-del 36: salvador)

En la hoguera de mi nacimiento
arde la futura fragua pasional
de mis anhelos,
de mis labios ardorosos
a la luz de la luna,
bajo las acacias y el estío,
entre las sábanas de seda blanca,
arde la leña que calentará
el cuerpo de otra pasión,
crepitan las llamas cuyas puntas
dulcificarán la seda de otros ardores,
de otra piel,
se avivan las brasas que en noche
de momentos románticos,de luna llena,
de espesuras y veredas,
serán la calentura entre sábanas
de seda rosa,teniendo entre mis brazos
otra flor... -tu mi amada ali-

En la hoguera de mi nacimiento
vive el fuego del amor erótico,
puro y platónico en los jardines de la vida,
que dará mordiscos ansiados, de rabia,
en la otra boca que ardiente espera...,
enredado al tronco de la vid,
chupando el néctar de la ambrosía,
de la borrachera amante,
amándose en la bodega, dos cuerpos ovillados,
del vino aromoso,
está la fuerza de un querer
como quieren los machos de mi tierra.

Sobre el yunque, el hierro candente
quemará el éxtasis del Olimpo,
mientras un lebrel duerme al calor de la chimenea
y el tuero chisporrotea...

En la hoguera de mi nacimiento
existe el volcán que un día entrará
en erupción, derrramando la lava
por las laderas de los montes en flor erecta.

En la hoguera de mi nacimiento estoy yo,
estás tú, ali-a veces, si; a veces,no;
a veces, la nada; a veces,la plenitud,
el saborso don de los regalos interiores;
a veces, el frío; a veces, el calor; de una azteca
a veces, horizontes lejanos;

a veces,cumbres borrascosas;
a veces,uno; a veces,los dos.

amado y amada ali y salva

En la hoguera
de mi nacimiento
-recién nacida la flor-
se está fraguando
el ardiente yo
de la existencia existencial,
la Soledad de mi otro YO
en que quedará solo al caer
de la tarde el Sol.

12-12-012 Salvador Ubeda