Son tus ojos en mi alma dos espejos
no los cierres a mí porque no creo,
poder mirar aquello que yo veo
sin la luz proyectada en sus reflejos
Mis ojos en los tuyos ven perplejos
del mundo transcurrir su devaneo,
su absurdo departir en su ajetreo,
exulta terrenal con sus festejos.
Y el amor que ha nacido apenas niño
emana su bondad desde pequeño,
mil ternuras desprende en dulce guiño
benévolo candor le acuna el sueño,
su majestad opaca el desaliño
y humaniza el amor con grácil ceño.