Ábrete cabeza, pinta con tus sesos coloridos estos muros cenicientos…
Luzca de luces mi casa, mis recuerdos, mis turbulencias…
Ojos explótense, desorbiten la mirada de todo el que los contemple…
Exploren dinamitados, diciembres sin fondos, hombres niños, rosarios hermosos…
Boca cállate, nuestros oídos están hartos de oírte…
Saca tu lengua elocuente y gesticula algo que no alcancen a oír…
Oídos, alaben estos rezos abyectos de tanto pasado.