Ya se acerca nuevamente la navidad,
en el bosque esperan los huarangos ya floreados,
los guicundos verdes y rojos, y las perfumadas retamas,
para que adornen el nacimiento que en casa hemos de adornar.
En casa el niño Manuelito espera su día en el altar de oración,
pequeñito cubierto con pétalos de rosas rojas,
rodeado de María y José, adornado de azucenas
gladiolos y una vela prendida de adviento.
Los reyes magos y sus adornos del niño Manuelito,
esperan guardados en una caja en el almacén.
Las pastorcitas preparan sus coritos navideños
para dar la bienvenida a un niño Rey.
Niño Manuelito, este año en mí cabaña será distinto,
al colocarte en tu nacimiento te agradeceré infinitamente
por traerlo a mi hijo sano y salvo del ejército,
y te pediré perdón por las pocas cosas que te puedo dar.
Niño Manuelito, si yo pudiera llevar regalos,
para esos niños pobres, que seguramente hoy en las tiendas,
miran a otros, como sus padres les están comprando un regalo,
niño bendito, dales la consolación y alegría en sus corazones.
Mi niño Manuelito, gracias por bendecir mi hogar,
gracias por bendecir la tierra donde cultivo,
gracias porque no te vas y estas siempre conmigo,
gracias por este bosque que es como el paraíso.
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Chachapoyas 13/12/13