Es la noche con su misterio
musa inspiradora de mis versos,
es la brisa con su leve caricia
purificadora de mis pensamientos.
Ese mar que en la lejanía
parece juntarse con el cielo
con sus olas de plata y coral
que se elevan para poderlo alcanzar.
¡Y a dónde irá aquel velero
navegando en la noche
salpicado de espumas,
meciéndose en el agua
y mirándose en la luna!
Esa aurora que amanece
luciendo sus vivos colores,
verde, rojo...arrullo de amapolas,
bello contraste de luces y sombras.
Ese silencio que me envuelve
y acompaña mis noches y días
roto por el trinar de las aves
cuando despierta el nuevo día.
Esos brazos que acunan
al hijo de las entrañas nacido,
esos labios amantes que besan
su pequeño cuerpecito dormido.
Y un rayo de sol entró por mi ventana
iluminando el camino que debo de seguir al alba,
senderos que un día marcaron las huellas
de dos seres que se amaron con el alma.
Todas estas cosas son la esencia
de amar la vida y vivirla en armonía,
y de sentir en el alma la caricia
escribiendo una bella poesía.
Fina