¿Porqué nunca aprendí a decir adiós?,
¿Para que caminar tanto y sin destino?,
solo con los recuerdos como equipaje
me convertí en el último peregrino.
Con muchos antes y sin ningún despúes,
con muchos ayeres y un mañana desquisiante,
con el peligro latente de volverte a ver,
con este mismo enamoramiento nato,
soy la perfecta imperfección de un nómada errado,
de andar insensato,
valemadrismo crónico,
y pecado inmaculado.
Camino insesante con tu fantasma a mi lado,
en mi mano temblorosa dejaste tu aroma impregnado,
¿Que me diste chiquita?,
que ahora soy un despojo olvidado
que no puede dejar de amarte,
¿Que me diste chiquita,
o que me quitaste?.
ALONSO VILLANUEVA