¡EL VIAJE!
Estoy pensando en el viaje,
mi vida, hasta hoy, es lo mismo,
del vientre materno, primavera,
a la tumba o incineración,
otra forma de decir, invierno.
La naturaleza muestra su verdad,
ciclo interminable de vueltas,
como la rueda de la fortuna,
subir y bajar, para pasear,
cada quien sufre o goza sus efectos,
de hecho, es una combinación de ambos.
El misterio, en algún punto del viaje,
la naturaleza del ropaje cambia,
y nos convertimos en puntos de luz,
y el viaje de la eternidad, empieza,
¿Y sabes? Tengo miedo de emprenderlo.
Me he acostumbrado a mi vestido,
nuevo, cuando lo estrené, esta vez,
hoy está carcomido por el tiempo,
el tronco del árbol, rígido y rugoso,
sus ramas flexibles y suaves,
cuando el viento las movía,
hoy duelen y crujen al hacerlo.
No me digas, que no tienes temor,
mejor pregúntate a ti mismo,
en tu corazón, como en el mío,
está la respuesta milenaria,
somos almas viajeras, peregrinas,
que hicimos estación en esta vida,
para cumplir, lo que nos falta.
Extraño designio, que aún no comprendo,
y que el hombre busca
desde sus primeros balbuceos,
y sigue mil caminos,
para subir a la montaña,
en su egoísmo, quiere que todos,
sigan el mismo.
¡Oh desilusión, este es personal!
Porque el encuentro en la cima,
cada quien tiene que vivirlo.
Sólo llegué, sólo me iré.
Mi paso aquí, de riqueza o pobreza,
según mi relación con los demás,
soy y somos, todos hermanos,
en los tres reinos que divide el hombre.
A unos días físicos, está el invierno,
como mi propia naturaleza humana.
Sólo le pido, al Arquitecto del Universo,
que mi último hálito en esta vida,
sea de amor a todo lo que me rodea,
y que también, esté dentro de mí.
EL POETA DEL AMOR. 13-12-13.
CABO SAN LUCAS, BCS. MÉXICO.