Me abraza la muerte en la vida, penumbra
del alma que cae como azufre entre llamas,
grita despacio grita fuerte, pero igual se
quema de a poco.
Me besa el recuerdo como verso de antaño
que naufraga en mi ser silenciosa y penosa,
ya estoy sobre el limbo, con los pies de
plomo procurando no topar en el vació.
Voy sumergiendo mi alma en un giro sin sentido,
cayendo a ese abismo que se abrió para acoger
mis miedos y acoger mi espíritu...
Me abraza la muerte en la vida, puesto que estoy
hecha del viento... aquella mujer que me sostiene
y me pasea por los valles de la nada en el oscuro
sepulcro donde va llevando mi alma y lo que queda
de esta su carnada.
No encontré luz de esperanza, no encuentro fondo
en el diluvio, puesto que aquella me sostiene...
aquella que se ha ganado el odio de muchos y
aquella que me abraza en esta noche fríamente
desolada.