Despídeme del sol y de los trigos,
De los mejores años vividos,
Ya no quiero tener enemigos,
Que entorpezcan, mis latidos…
Quiero viajar al sol ardiente,
Volcanes y rayos de luz malditos,
Que no tenéis piedad indulgente
Y voláis en campos, de tortolitos…
Quiero viajar fuera de mí ser
Y gozar sin vicios en mis sentidos,
Sin crueldad en mi dejadez,
Sigo pensando, en los desvalidos…
¿Dónde estáis, alma y corazón?
Que salís de paseo, fuera de mí,
Como si despertará, con desazón
Al no gozar, de ningún elixir…
La vida me tiene condenado,
Por esto grito en mi latir,
¡Ayúdame “Señor” en mi legado!
Y no abandones todo, mi sufrir…
Recuerdos tengo de mi niñez,
Que laten en todo mi sentir,
Quizás este loco en mi nuez,
Cabeza desvalida, sin sonreír…
¿Dónde está, la sonrisa del ayer?
Por donde paseaba en mi niñez,
Ahora me siento perdido, en mí ser
En las sombras que ocultan, mi ayer…
Siempre me desnudo, sin placer
Dolido en el centro, de mi vejez,
Sin ganas de salir de mi tóner,
Donde vive el añejo diario, de mi creer.
¡No me quejo, por quejarme, mi vida es tan dura y distante que me pierdo, dentro de mi desastre!
Modesto Ruiz Martínez /14 de diciembre de 2013