Ese preciso día que no recordó su aroma
Entendió, la había olvidado
No era su tormento, ahora el sueño se iba
Pero se iba porque si, por ser sueño
Era preciso decírselo, era preciso
Poco a poco también se fueron sus besos
Y la figura se le iba haciendo neutra
Ya no lo exasperaba, ni le dolía
Solo se atrevió a prometerle algo suave
Jurar ambos que algún día podrían hablar
Decirse todo lo que debían haber hecho
No decir nada de lo que hicieron, eso era ya
Era el destierro