El alma del que derrama sangre
y la enrojece en cualquier forma subrepticia
volverá en agua.
Igual que el alma del que difama
y abreva palabras como trapos transparentes
en la humedad de los cuartos con luz negra.
El alma de estos - porque tienen alma
aunque a veces no parezca - volverá en agua.
Será gotera en gruta de estalactitas
deshielo en recovecos de la cordillera
río agitado entre peñascos
o todavía peor: será eternamente cascada.