Llevas una vida muy sociable.
Me alegro sea así.
Eres inteligente.
Tienes belleza y talento.
Eres una famosa escritora.
El público te aplaude,
y vitorea tu nombre.
Tienes fama, tienes dinero.
Te colocan laureles
sobre tu cabeza.
Tienes...todo.
Pero...¿te das cuenta
que también yo existo?
Soy el hombre de...
siempre tu nombre.
Soy un Don Nadie.
Me consta, y lo acepto.
Siempre me he dejado estar.
Pude haber logrado éxito
en mi vida, pero pienso
como pienso, y no he de cambiar.
Sabes que soy un ser
que me inhibo ante los demás.
Me falta el coraje que tú tienes.
Por eso es que soy un ser anónimo.
Soy el marido de...
¿conocerá alguien mi nombre?
No siento envidia,
no siento celos.
Al contrario, me alegran tus triunfos.
Y los aplaudo siempre.
Me enorgullece compartas tu vida
con este anónimo hombre
que está junto a ti.
Tienes tanta actividad,
tanto trabajo por hacer...
Estás constantemente escribiendo.
Y yo... ni siquiera sé expresarme.
No soy un analfabeto.
Soy...un hombre que te ama
desde cuando no eras
lo que hoy eres.
Una estrella de las letras,
eso es lo que eres.
Pero...¿sabes tú que yo existo?
No tienes tiempo para dedicarme.
Siempre estás ocupada.
Una conferencia aquí,
otra allá...y otra... y otra más...
Dedícame un poco de tu tiempo.
Nada más que esto
es lo que te pido.
Pasas por donde estoy,
me saludas, me das un beso...
y me abandonas.
No tienes tiempo para dedicarme.
Y tu indiferencia
y falta de tiempo,
me desmoralizan,
me entristece...y tengo que aceptar
todo lo que haces.
Muchas veces te acompaño.
Pero no me adapto
a muchas personas...
no vislumbro autenticidad.
Hasta percibo engaños e hipocresía,
y me llamas bicho raro.
Una mujer con tanta cultura,
no se da cuenta
que interiormente
siento que me ofendes.
No te das cuenta de muchas cosas.
Tengo que aceptar lo que dices
y lo que haces...
No voy a rebelarme,
no voy a tomarte de los hombros
y decirte: \"¡Soy tu esposo,
date cuenta que también existo
en tu vida!...
No, me quedo, callo, acepto...
Pero en mi interior
siento que mi alma se desgarra...
No te das cuenta de nada...
Mi lamento solo yo lo percibo.
¿Qué es lo que tendría que hacer?...
Aguantar, aceptar, o adaptarme
a tu vida...
Tengo mi forma de ser y sentir.
No soy un ignorante,
pero la estrella eres tú.
Soy un sol opacado
por las nubes que pasan sobre mí...
¡Y debo resignarme...
o hacer que todo esto,
se transforme en un adiós!...
No, no podría hacerlo porque...
te amo tanto...
Entregaría mi vida por ti.
Y tú...¿dedicarías un poco
de tu tiempo para mí?...
Derechos reservados de autor( Hugo Emilio Ocanto - 15/12/2013)