(Deseo )
A sabiendas los deseos
Se entregan al deseo,
Cual flor abierta a la vida,
De no perecer sin riegos.
Del rocío, o de la lluvia,
Deseo que quema, y es fatiga.
Besa el líquido de la aurora,
De puntillas con las manos
Bajo el cielo, se entrega
Ávida al deseo, y es esa
Flor, la misma vida
Ese, deseo, una semilla.
¡Ay! amor no extrañe la lluvia
Al suelo no se me seque la vida
Efímera en delicada brisa,
En sus pétalos guardados
Lejos no estaría mi llanto,
Ni cerrado bajo diez dígitos.
¡Ay Amor!-¿Porque te hinchas?
A sabiendas de los deseos,
Sin calma sobre mis senos
Si el deseo esta consigo.