Hoy me dueles, patria mia;
en los costados rojos,
por una daga corrupta.
Vas herida por la vida.
Tu historia te ha dañado.
No claudiques, patria mia.
Eres náufraga y tu orgullo
te mantiene a flote,
no te ahogues, patria mia.
Sigue en pie, patria mia,
nunca dobles las rodillas,
nunca agaches la mirada.
Ten fe, patria mia,
de que tu pueblo te salve
de la agonia que te hunde en pena.
No sedas, patria mia, no sedas.
Que tu canto no se calme,
aunque tu voz se gaste,
aunque tu herida duela.