Han quedado
atrapados
mis ojos
en
la oscuridad
En la tiniebla,
tú,
eres sueño
entre alas.
El aliento
de tu
sublime amor
me seduce.
Es cálida
la llovizna
que traen
tus besos.
Me aferro
a la brisa
de
tus caricias.
Entre
tus brazos
me elevas
al éter rutilante.
Se confunden
los crepúsculos;
somos aurora...
igual atardecer.
Despierto
de este sueño,
para amarnos
otra vez.