Murialdo Chicaiza

REFLEXIÓN ENÉSIMA

El tiempo del otoño ha llegado

trayendo tanto alegre dolor

el de saber la verdad, por ejemplo.

Dulce dolor de la búsqueda

el encanto de haber hallado la certeza.

Porque ahora sé que las tardes

pueden traer magia:

Una lejana melodía

una sorpresa que ha estado

junto a mí por siempre.

Sé que el amor

hay que merecerlo

como las aves merecen la libertad.

Que la risa es una niña

que siempre dice la verdad.

Que la muerte es un destino

una llamada tan necesaria

que si no existiera

tendría que inventarla.