En la flor.
De aquellos años.
Cuando, nos dijimos.
¡Te quiero!... ¡Te quiero!...
Y yo alegre y victorioso.
Porque fui el primero.
Que se posó, en aquella rosa.
Y no mire, al futuro…
Que aquel riquito del pueblo.
Llamado Don Arturo.
Se casaría, contigo.
Y te paseaba, por el pueblo
Exhibiéndote ante todos.
Sin saber el.
Que yo siempre seré el primero.
Que se posó en aquella rosa…
La que un día
.me dijo.
¡Te quiero!... ¡Te quiero!
Y después, de muchos años.
Convertida, en gran señora.
Todavía, radiante y bonita.
Viniste a mí, nuevamente.
A decirme, muy risueña
Tú siempre, fuiste primero
Y todavía… ¡Te quiero!