Mientras cierres los ojos cada atardecer,
yo estaré ahí,
meciéndote entre la vida sin dejarte caer,
no habrán palabras,
porque nuestro silencio lo dice todo,
me tocas, sin saber que al hacerlo,
dentro de mi las gaviotas vuelan rumbo al sol,
cuando la marea del mar que tengo dentro crece
y me hace susurrar a tu oído un te amo lleno de sentimiento puro y verdadero.
Vienen y van,
sonrisas y caricias,
disfrutando de la tarde,
llena de delicias.
Me miras y ves el reflejo de mi felicidad,
tu querida,
tu eres la pequeña de gran corazón que construye mi felicidad cada día
. Espero con ansias,
que me lleves al cielo,
con tus grandes alas,
sin levantarme del suelo,
en nuestra hamaca,
llenos de sueños,
conociendo de la vida,
para ser casi perfectos.