Alexander J. Montero

Los brazos de Lidia

Son de tauro pecho

y en los brazos y la espalda

las marcas esculpidas

por cargar el cielo.

 

Son vestías hermosas

presas de su propia quimica,

minatauros de cándidos ojos

e infante léxico, tontos,

pero poderosos.

Son a mi pecho
sus cabezas progenie de Minas,
y mi cabeza a su pecho
el beber de este,
la sal de su cuerpo
y sanar con palabras sus heridas.

 

Son a mis ojos

la belleza de Lidia,

El objeto que se les ha hecho

en la isla de Greta.

Ante mi danzan

en sudor y sangre

el fuego, las colonias de mi mente,

la pasión y la propia vida