Me fundo en un lago nocturno donde se reflejan las estrellas y la luna. La silueta de los astros me transporta a la plata de tus labios. Como la luna, tu boca era mi bálsamo.
Las estrellas caen de mis ojos...
He devorado el cielo, he quemado los mares donde bailamos una noche de verano. Me embriagué de aves con plumas suaves y blancas, besé los versos de tu alma... Nevegué en tu mirada y con tus ojos me mataste...
Me hundí en la penumbra abismal del olvido, silencié al poeta y liberé a la bestia del recuerdo. Lloré lunas, lloré estrellas... Lloré plata.