Concédeme excelsa dama,
reflejarme en tu mirada,
besar tu mejilla encarnada,
apagando de tu piel la llama.
No es propósito describir,
tu belleza encantadora,
ella, es la luz de la aurora,
-cuadro en pintura, por venir-
Es tanto mi placer y gozo,
que siento que el alma entera,
se extravía en oscuro pozo.
Y es mi palabra sincera,
cuidar de su cuerpo hermoso,
si usted que si...me dijera.-
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN, MEXICO, Dic.18/13