Sin aliento ni energía
ahí reposaste en tu lecho.
Absurdo. Esperar día tras día
preguntándote por qué; qué es lo que has hecho.
Pensando, rememorando
sin ni un ápice de esperanza,
ahí caes, viéndote, observando
mientras todo se muere, mientras todo descansa.
¿Por qué luchar si ya nada queda?
Preguntó indignado por su desidia.
Tal vez sólo queda la espera
para que ésta albergue salida.
¿Cuál es el punto de todo para caer en nada?
Insistió de pie desesperado.
Soy sólo una triste muerte desdichada
que caminó y se perdió, pues por mi vida fui abandonado
Vives dejando los días pasar, existiendo;
No consilias el sueño ni ves el por qué de tu miseria.
Levántate y pelea, te recomiendo,
no te dejes ser esclavo de tu mísera histeria
¿Y cómo hacer eso sin nada por qué luchar?
Es absurdo vivir sin un motivo;
Es ridículo dormir para después despertar,
abrir los ojos ante otro día de existencia sin estar vivo.
Dígame, ¿Estoy enfermo?
¿Acaso cree que tenga reparo?
Dígame si nada es eterno,
¿Para qué entonces existir en el desamparo?
Sucia es la jugada de Dios al entregarnos al mundo.
Dicen que tiene un plan, plan por el que vivimos
Soy sólo un monigote más en su juego inmundo,
sólo otra pieza de un juego \"divino\".
Ya estás delirando, viendo entes que no están.
Busca amor, ten una familia, ama, vive.
La vida es corta para sentarse a ver como se va;
aprovecha tu existencia antes de que ésta expire.
¿Cómo encontrar a alguien vivo estando muerto?
No podría vivir siendo el motivo de su tristeza.
Quisiera estar con ella, que sus brazos estuviesen abiertos
resucitar en sus cálidos labios, perderme en sus ojos, en su belleza.
Pero pienso que no debes caer, debes demostrar eso que sientes;
quizá ella de saber no te deje sucumbir...
Puedo ver que no lo entiendes, no ves el por qué de lo evidente.
Interrumpió exasperado en su último llamado por vivir.
Es el motivo por el que estoy aquí,
preso en este gélido infierno
esperando paciente el momento de salir,
recordando solo su rostro, calido, tierno.
Desvarío, se me acaba el tiempo, llegó la hora de mi ejecución.
Tal vez ésto era inevitable, esta realidad que aborrezco.
Ya nada importa, al fin ya todo acabó.
Todo está oscuro y cierro mis ojos mientras desvanezco.