A veces el olvido es el remedio de corazones rotos, a veces los recuerdos devuelven la vida y el aliento, a veces solo un pensamiento puede llegar lejos y una palabra herir por siempre. A veces una sonrisa es esperanza y también puede ser un final, a veces la pequeña gota que se desliza por tus mejillas puede ser de nostalgia o bien de un golpe duro de la vida.
A veces la noche puede darnos respuestas claras y el tiempo una solución directa. Hay días que no son buenos, lo entiendo, pero hay días buenos que son perfectos. ¡Recuérdalo!