Hoy no escribiré, intentos de poesía,
hoy hablare de Zirano,
que se esconde tras las sombras
para declamar su amor.
Te contare poeta que lees
que tengo angustia en el alma,
que las penas que me ahogan
a nadie puedo contar.
A la hora de la aurora,
llorare junto a mis letras
las mismas que me consuelan
cada noche en soledad.
Tengo una esposa que amo,
pero de ella no recibo
en respuesta el mismo amor,
así me siento un idiota
humillándome por besos
que recibo de limosnas,
en labios que siento fríos
y en abrazos sin calor.
Ya no tengo yo mas llanto
que llorar en soledad,
si de algo fui culpable
mil perdones ya pedí
e hice todos los cambios
que se pedían de mi,
esos cambios implicaron
luchar con mi propia esencia,
doblegarme por amor
y en respuesta he recibido
la ausencia y la soledad.
Quizás ame demasiado,
quizás mi error fue haber sido fiel,
o quizás sólo he creído
demasiado en el amor.
Amigos yo soy Zirano,
el que un día escribió,
en dulces letras amigas,
algo de su dolor.
Agradezco la paciencia
de aquel que paso mis letras,
sepan que he derramado,
en tinta y sangre mi ser....
Si alguno de vosotros llora
sepan que hubo un Zirano,
que ha llorado igual que vos.