Eres el soneto perfecto,
y el estribillo inacabado,
la melodía mas pegadiza,
y los acordes mas delicados.
Eres la brisa de mar que alimenta mi aire,
el horizonte despejado convertido en mi cielo,
la agonía al amor cuando te abrazo,
la esposa perfecta para matar la rutina.
Eres mi pez en la pecera de mi corazón,
la sirena en mi cuento no imaginario,
la perfección a nuestros defectos diarios,
y el estrés de nuestros cuerpos cuando nos rozamos.
Eres mi diosa sin ser creyente,
mi altavoz a decirte te quiero,
mi día y mi noche en nuestro mundo,
y mi medicina para estar bien toda la vida.