La luz se apagó, la habitación a obscuras
era una invitación que no pude rechazar,
pasaron por mi mente acciones tan impuras:
temí que la zozobra me hiciera acobardar,
no hubo intento de esa iniciativa
te presentaste a mí semidesnuda…
Pero la juventud al fin todo lo estriba,
lo acepta, lo perdona y lo escuda.
Tu cuerpo fue la lámpara votiva
aun estando distante de tus manos;
pero me aproximé a ti con la furtiva
posesión… de huir a los arcanos.
Pero todo acabó se desvaneció el placer
de esos momentos, ya sin renombre,
asimismo el arrepentimiento me hizo fallecer:
y partí, sin conocer tu nombre.
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Sergio Jacobo “elpoetairreverente
POETA MEXICANO
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….escolio Este poema no está en ninguno de mis libros, se registró con otros escritos en un encuadernado que titulé “ANTOLOGÍA” el 21 de agosto de 1996 con número de registro: 107800. Derechos reservados por el derecho de autor.