Cuando el corazón se seca
lo único que ves es una cáscara hueca,
que rie, llora, baila y canta,
esperando, sin esperar, la nada.
Cuando el alma se ha quedado quieta,
y se le han acabado los sueños,
las utopias se alejan
como animalitos sin dueño.
Cuando la soledad se apodera de tu mente
y ya ni siquiera lo adviertes,
todo te parece un desierto yermo,
la vida se te acaba lentamente.
Cuando caminas y no ves tu huella,
que debería estar sobre la tierra,
el universo te queda chico
y te aplasta un granito de arena.
Cuando no te ves reflejada en el espejo,
ni te das cuenta si eres joven o viejo,
el mundo gira y tu te quedas quieta,
se acabó todo, ya estás muerta.
MARIA HODUNOK.