Ella no sabe
que al pensarla
surgen algunos versos
sombras que a medianoche
se encaminan por rincones del alma
paneles invisibles de ese cielo
donde arraigan lunas
y cruzan sus miradas
los cometas azules que nos vieron llegar
con la avidez de dos extraños
que se esperan.
Ella no sabe
que siguen anidando mis poemas
en el silencio tibio
de su piel dormida
donde el Amor subsiste
junto a la luz de las estrellas
Ella no sabe
que la ausencia
e un vals de soledades sin parejas
en la inmediata vecindad
de un bloc abierto a labios del ayer
como un coro de lluvia
bajo los soportales del deseo.
Sandor