rodulfogonzalez

SONETILLO XXXIX

 

No me cansaré de amarte,

Mujer, dueña de mi amor,

Porque tú llevas calor

A mi vida sin trazarte

 

Una antipática meta

De medida temporal

Que mantenga mi moral

tímida, frágil,   inquieta

 

En espera de que un día

Me digas que ya ha llegado

El final de nuestro amor.

 

Y por tanto mi alegría

Es un río desbordado

Es un volcán de calor.