Llegaste con el rostro empapado,
sabías que amar haría daño,
y a pesar de nuestro vil engaño
aquí me tienes otra vez atado.
No llores princesa sonrisa de plata,
deseo que vuelvas a ser inocente,
el materialismo cambió tu mente,
aún recuerdo lo que eras, me mata.
Esta noche perdón vienes a pedir,
\"Eres libre\" solo te quiero decir,
pero tu enfermas antes de salir.
Abro la puerta, me despido del mar,
pues de tus ojos me debo librar,
adiós princesa, yo no puedo amar.