Nancy Ruiz Lee

Canción de San José

Ahora que todos se han ido

y María, duerme también,

contemplo lo que ha añadido

Dios a su siervo José.

 

Dios no me dio a mí riqueza

ni tierras en floración

pero me ha dado la dicha

mayor de la creación.

 

Primero, la Virgen Santa,

la bella flor de Israel

que perfuma el mundo

desde el portal de Belén.

 

Su belleza refulgente

amada por el mismo Dios,

regalo de Dios al mundo

que custodio con amor.

 

Niño, mi precioso Niño,

mi Niño lindo, mi Dios,

que para venir al mundo

quisiste crear a esta flor.

 

El rey David fue poeta

y sabio el rey Salomón,

más yo soy el carpintero

custodio del Redentor.

 

Aprenderé bien mi oficio

lo haré con dedicación

de mi trabajo haré versos

que te cantarán mi amor.

 

No te puedo dar riqueza,

mis manos, callosas son,

mis brazos serán tu cuna,

¡Oh Rey de la Creación!

 

Niño mi precioso Niño,

mi Niño lindo, mi Dios,

elegiste a un carpintero

como tu padre, Señor.

 

No temeré lo que venga

porque Contigo estaré

y cualquier cosa que falte

la añadirás a José.

 

Niño, mi precioso Niño,

Niño lindo de José,

que a mi vida has añadido

el Cielo entero en Belén.